Un buen profesional no puede crear del mismo modo para una familia convencional, clientes ‘posmillennials’ o matrimonios sin hijos. Esta nueva diversidad social ha convertido a los decoradores en los otros psicólogos del siglo XXI.

Los que arrasan, decorativamente hablando, son el tramo de los posmillennial. Es importante tener presente una diferencia muy grande de este público son respecto a sus antecesores. Su imaginación ya no tiene límites gracias a las múltiples fuentes de inspiración sobre hogar decoración que encuentran en las redes sociales. Si antes un cliente llegaba a una tienda de reformas o decoración sin saber qué tipo de cocina quiere, ahora cada vez más llegan clientes con las ideas muy claras y fotos de pinterest preparadas en el móvil para aquel diseñador capaz de estar a la altura de sus exigencias.

Este público ya no pide un cambio típico de bañera por ducha o una instalación con bidé. Piden, eso sí, baños supersónicos (de tamaño muy grande), con dos duchas cromoterápicas en una misma cabina, dos inodoros japoneses, dos lavabos, bañera, música, espejos… En definitiva un ambiente de baño a medida donde deben tener cabida todas las posibilidades que pasen por su imaginación.

tendencias de decoracion millennialLa iluminación cobra una importancia añadida para el público postmillenial. Es muy solicitada la luz  multifunción, pues no es lo mismo tener una reunión de  Zoom que preparar una fiesta. Cada parte de la vida en la casa tiene su propia iluminación. Mientras tanto, en el salón la tele de pantalla panorámica extra plana preparada para todas las apps ya no se esconde, sino que es la protagonista junto a una o dos Alexas que acatan sus órdenes. Así que la propuesta de diseño del salón debe tener estos elementos como eje central.

Y es que el pasar, por ejemplo, de familia tradicional y bulliciosa  un solitario inquilino youtuber acompañado por un humanoide se refleja hasta en la estructura de las viviendas. Si a principios del siglo XX la recatada sociedad burguesa vivía en pisos con salón, sala, salita, gabinete, recámara, cámara con orinal, palangana y un solo cuarto de baño, el baby boom sesentero trajo casas espaciosas con techos bajos, muchas ventanas, salón, despacho, comedor y dormitorios con literas; y mientras que en los ochenta, por la escasez de metros, invadió́ la moda del salón comedor, en esta era tan tecnológica toda la vida hogareña gira alrededor de la cocina-salón.

Los tiempos cambian y los hogares con ellos. ¿Está tu negocio preparado para afrontar esta nueva era de clientes?