Cuando se trata del diseño de interiores, el color juega un papel fundamental en la creación de un ambiente acogedor y estéticamente agradable. En el caso de las cocinas y los baños, el uso estratégico del color puede transformar por completo el aspecto de estos espacios, generando una sensación de amplitud, calidez y elegancia. Veamos cómo el color puede influir en el diseño de cocinas y baños, y cómo puedes incorporarlo de manera efectiva.

Colores claros para una sensación de amplitud:
Si deseas que tu cocina o baño parezca más espacioso, los colores claros son tu mejor opción. Los tonos blancos, cremas y grises claros ayudan a reflejar la luz, creando una sensación de amplitud visual. Puedes utilizar estos colores en las paredes, los muebles y los revestimientos para lograr un ambiente luminoso y aireado. Además, los colores claros proporcionan una base neutra que te permite jugar con acentos de colores más llamativos.

Colores vibrantes para un toque de personalidad:
Si prefieres una cocina o un baño con más personalidad, considera utilizar colores vibrantes en ciertos elementos de diseño. Puedes optar por un gabinete de cocina en un tono audaz, como el azul cobalto o el amarillo mostaza, para agregar un toque de carácter. Del mismo modo, en un baño, un lavamanos o una bañera en un color vibrante pueden ser el punto focal perfecto. Recuerda equilibrar estos acentos de color con tonos neutros en el resto del espacio para evitar una apariencia abrumadora.

Colores cálidos para una sensación acogedora:
Los colores cálidos, como los tonos tierra y los colores pastel suaves, son ideales para crear una sensación acogedora en cocinas y baños. Los marrones, naranjas y rosas suaves pueden aportar calidez y confort a estos espacios. Puedes utilizarlos en paredes, cortinas, accesorios y elementos decorativos para generar una atmósfera relajante y agradable.

Combinación de colores para equilibrio y contraste:
Además de elegir un color principal, considera la combinación de colores para lograr un equilibrio visual y contraste en tu cocina o baño. Puedes utilizar la regla del 60-30-10: un 60% del color principal, un 30% de un color secundario y un 10% de un color de acento. Esto permite una distribución armoniosa de los colores y agrega interés visual.

Ejemplo:

Las cocinas en color blanco o en tonos claros tienen un impacto significativo en el diseño de interiores. El color blanco crea una sensación de amplitud, luminosidad y limpieza en el espacio. Además, proporciona una base neutral que permite jugar con otros elementos de diseño.

Una cocina blanca puede hacer que el ambiente se sienta más espacioso y fresco, y también ofrece la posibilidad de añadir acentos de colores vibrantes a través de accesorios, muebles o textiles.

El color claro también es ideal para resaltar los detalles arquitectónicos y hacer que los espacios pequeños se sientan más abiertos y acogedores.

En conclusión, el color tiene un impacto significativo en el diseño de cocinas y baños. Los colores claros crean una sensación de amplitud, los colores vibrantes agregan personalidad, los colores cálidos generan una atmósfera acogedora y la combinación de colores brinda equilibrio y contraste.

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